martes, 19 de abril de 2016

LECTURA CONTINUADA DEL QUIJOTE PARA NIÑOS

...Hace muchos, muchos años, hubo un hombre que pasaba todo su tiempo leyendo. Leía por la mañana, por la tarde y por la noche.

Le llamaban Don Alfonso Quijano, y no hacia otra cosa que leer, tanto, tanto, que casi no comía ni bebía. Además leía las mismas historias, las mismas clase de libros y siempre de aventuras de esas de caballeros andantes luchando con dragones, gigantes, magos y otras malas gentes...

 



Parte de estas aventuras las escucharemos en la tradicional Lectura Continuada del Quijote para niños, que se celebra este 21 de Abril a partir de las 17:00 h conmemorando, así a través de la Biblioteca, el centenario de Miguel de Cervantes en el Día del Libro  2016.

Un año más donde vemos con gran satisfacción, el aumento de pequeños lectores interesados en formar parte de ese objetivo, como es el  rendir homenaje al libro y a la obra más universal en lengua castellana.

Compartiremos también, dentro de un doble aniversario, el centenario de William Shakespeare con nuestros niños bilingües que recitaran un fragmento de poema de Romeo y Julieta.

 

...¡Silencio!

 ¿Qué resplandor se abre paso a través de aquella ventana?

¡Es el oriente, y Julieta, el sol!

Surge, esplendente sun, and kill the envidius moon,

Who is already sick and pale with grief,

That thou her maid art far more fair tan she:

Be not her maid, since she es envious!...



 
 

domingo, 3 de abril de 2016

¿Qué es la LIOFILIZACIÓN DOCUMENTAL?

 Es el método que se debe de utilizar ante inundaciones masivas de archivos y bibliotecas. Consiste en congelar rápidamente los documentos o libros afectados para reducir la distorsión física y la contaminación biológica, deteniendo, al mismo tiempo el sangrado de pigmentos y tintas fugitivos; se aplica cuando el desastre es masivo, ante la imposibilidad humana de tratar manualmente y con rapidez cientos de miles de documentos. Los materiales afectados deben colocarse en congeladores lo más pronto posible después de ocurrido el daño por agua. Congelación con temperatura de 10 a 40 grados Fahrenheit para reducir la distorsión y facilitar el secado. Una vez congelado los documentos evitamos la proliferación de bacterias, la contaminación microbiana, la degradación química y la unión de las celulosas que hacen que un legajo o un libro se conviertan en verdaderos bloques de hormigón sin posibilidad alguna de restauración. Una vez paralizado los procesos destructivos del documento, por congelación, procederemos a la descongelación paulatina e individualizada de cada documento y aplicaremos la metodología adecuada para su total restablecimiento.


 
Fuente: Luis Duque

DIA INTERNACIONAL DEL LIBRO INFANTIL 2016

 
Desde 1967, el 2 de abril, coincidiendo con la fecha del nacimiento del escritor danés Hans Christian Andersen, se promueve la celebración del Día Internacional del Libro Infantil con el fin de promocionar los buenos libros infantiles y juveniles y la lectura entre los más jóvenes.


              Erase una vez…

Erase una vez una… ¿Princesa? No.
Érase una vez una biblioteca. Y érase también una vez una niña llamada Luisa que fue a la biblioteca por primera vez. La niña caminaba despacio, tirando de una mochila de rueditas enoooorme. Observaba todo con admiración: estantes y más estantes repletos de libros. Mesas, sillas, almohadas de colores, dibujos y carteles en las paredes.
— Traje la foto — le dijo tímidamente a la bibliotecaria.
— ¡Muy bien Luisa! Voy a inscribirte. Mientras tanto puedes ir escogiendo el libro. ¿Sabes que puedes llevarte un libro a casa?
— ¿Uno sólo? — Preguntó decepcionada.
En ese mismo instante sonó el teléfono y la bibliotecaria dejó a la niña con la tan difícil tarea de elegir un único libro en la infinidad de estantes. Luisa arrastró su mochila y buscó, buscó hasta que encontró su libro favorito: Blancanieves. Se trataba de una edición de tapa dura, con hermosas ilustraciones. Con el libro en la mano empujó su mochila de nuevo y, cuando ya estaba a punto de salir salir, alguien le tocó el hombro. La niña se dio la vuelta y casi se cae para atrás del susto: nada más y nada menos era el Gato con Botas con su libro en la mano, ¡digo, entre las patas!
— Buenos días, ¿Cómo estás? — le dijo haciendo una reverencia.
— Luisa, ¿Acaso no te sabes de memoria todas esas historias de princesas? ¿Por qué no te llevas mi libro El Gato con Botas, que es mucho más divertido?
Luisa con la boca abierta no sabía qué decir.
— ¿Qué te pasa? ¿Te comió la lengua el gato? — Bromeó.
— ¿Eres el Gato con Botas de verdad, verdad?
— ¡Si, en persona, digo, de carne y hueso! Llévame a tu casa y sabrás todo sobre mi historia y la del Marqués de Carabas.
La niña, de tan perpleja, solo conseguía asentir con la cabeza. El Gato con Botas, con un toque de magia regresó a su libro y, cuando Luisa estaba a punto de salir de la biblioteca, volvió a sentir un toque en el hombro. Era ella: "blanca como la nieve, colorada como la sangre y con cabellos negros como el ébano". ¿Adivinaste?
— ¡¿Blancanieves!? — dijo Luisa anonadada.
— Luisa, llévame contigo también. Esta edición — dijo mostrándole su propio libro — es una adaptación auténtica del cuento de los hermanos Grimm.
Cuando la niña estaba a punto de coger el libro, el Gato con Botas apareció molesto:
— Blancanieves, Luisa ya escogió. Vete con tus seis enanos.
— ¡Son siete y no seis! ¡ Y ella aún no ha escogido! — le dijo Blancanieves roja de cólera.
Los dos miraban a la niña esperando una respuesta:
— No sé cuál llevar...quería llevármelos todos...
De repente, sucedió algo increíble: fueron saliendo de los libros… Cenicienta, Caperucita Roja, Rapunzel. Un equipo completo de princesas de verdad:
— Luisa llévame a tu casa — le suplicaban todas.
— Yo sólo necesito una cama para dormir un rato — dijo la Bella Durmiente mientras bostezaba.
— Solo cien años — dijo el Gato burlándose.
— Puedo limpiar tu casa, pero de noche tengo una fiesta en el castillo del ....
— ¡Príncipe! — gritaron todos.
— En mi cesta tengo torta y vino. ¿Quién quiere? — Ofreció Caperucita.
Y continuaron apareciendo más personajes: el Patito Feo, la Vendedora de Fósforos, el Soldadito de Plomo y la Bailarina:
— ¿Luisa podemos ir contigo? Somos los personajes de Andersen — pidió el Patito Feo que tan feo… no era.
— ¿ Tu casa está calentita? — preguntó la Vendedora de los Fósforos.
De repente, delante de todos, apareció un lobo enorme, peludo, muy peludo, con los dientes afilados: ¡El lobo feroz!
— Lobo ¿por qué tienes esa boca tan grande? — le preguntó Caperucita por costumbre.
— Yo les protejo — dijo valientemente el Soldadito de Plomo.
El Lobo abrió la boca y… ¿Se los comió a todos? No. Solo bostezó de tanto sueño y les dijo con calma:
— Tranquilos. Sólo quería darles una idea. Luisa se lleva el libro de Blancanieves y nosotros entramos en su mochila que es muy grande.
A todos les gustó su idea.
— ¿Luisa nos dejas ir contigo?
— ¡Claro que sí! — Dijo Luisa abriendo la mochila.
Los personajes hicieron fila y fueron entrando uno a uno:
— ¡Primero las princesas! — dijo la Cenicienta.
Al final aparecieron también los personajes brasileños: el Sací, el Caipora, una muñeca de tela que no para de hablar, un niño muy loquito, una niña con una cartera amarilla, otra con la foto de su bisabuela pegada al cuerpo, un pequeño rey mandón. Todos entraron.
La mochila pesaba más que nunca. ¡Cómo pesan los personajes! Luisa llevo el libro de Blancanieves y la bibliotecaria anotó todo en su ficha.
Poco después la niña llegó a casa feliz. Su mamá le preguntó desde la cocina.
— ¿Hija, llegaste?
— Síííí, mami, llegamos.

Escrito por Luciana Sandroni
Traducido por Elisa Toledo
Revisado por María Sampayo Bouza
Ilustrado por Ziraldo